Literatura Erotica
- Marjon
- 21 jul 2015
- 11 Min. de lectura

Ya todo estaba planeado, escogimos un lunes pues ese día ella no tendría clases y el estaría descansado, sabíamos sus horarios y calculamos los nuestros, mi familia había salido de la ciudad y teníamos casa sola, a si que decidimos hacerlo, nos levantamos temprano.
Ella aunque quería disimilar estaba, nerviosa, entusiasmada, pero ala vez ansiosa y en su sonrisa mañanera se asomaba un poco de maldad femenina, de esa que siente en el aire, un día antes fuimos a comprar un par de Pantymedias brillosas para la ocasión pues sabíamos de antemano que el era muy fan de las piernas de mi mujer y más de las medias, eran color piel claras muy brillosas satinadas y suaves al tacto, un calzón de esos cacheteros de encaje rojo(tanga negra), y un corsette rojo con negro obviamente escotado, un vestido corto de floresillas coquetas corto, de tal manera que lucieran las piernas y zapatillas altas de color piel al tono de su color vainilla, perfume dulce provocador, brillo labial rosa muy natural, así como sombras rosadas y pestañas levantadas naturales, ella ya estaba lista para la faena, ahora sólo era convencerla al 100 % de lo que haríamos.
Decidimos ir a buscarle a su zona de trabajo a el a su amante, yo la llevaría, la dejaría en la puerta del centro comercial y me perdería en el estacionamiento, ella llegaría presumiendo sus hermosas piernas enfundadas en esas tiernas y suaves medias, la excusa perfecta sería pedirle de manera indefensa un raite a casa, con el pretexto de que no quería irse en camión y obviamente sola, al llegar al objetivo, el estaba sentado a nivel de piso y no pudo disimular el ver esas bellas piernas esas bellas medias, esas coquetas zapatillas, todo un antojo para cualquier macho y más fetichista, hasta ahí todo iba al 100 %, pero el comento tener mucho trabajo y no entendió la invitación indirecta, pues mi mujer le comento que yo no estaba en la ciudad y cuidaba la casa de mi padre que se encontraba sola, habiendo dicho esto ! Se despidió dio media vuelta, aún con la mirada de su macho en sus piernas y emprendió retirada.
De regreso en mi carro, con cara de decepción, subió y me comento lo sucedido a lo cual sólo atine a decirle, " el se lo pierde amor ni modo", la convencí la chulie y seguimos nuestro camino a casa algo callados, decepcionados por el desaire. justo llegando a la puerta de la cochera suena su teléfono, ambos volteamos a vernos y ella contesta con extrañeza pues no esperaba llamada alguna, era el, preguntando donde estaba?
ella contesta: nerviosa que en un taxi rumbo a mi casa,
el pregunta: que sí está segura.
ella contesta: si en la casa de mi suegro quieres venir? Pregunta ella
el: entrecortado e indeciso contesta "SI" nada más voy pongo gasolina al carro y voy para allá, cuelga.
y acto seguido volteamos a vernos ambos con sorpresa y emoción, yo sólo atino a decirle " te dije nadie se resiste a esas piernas hermosas con Pantymedias"
Entramos rápidamente, ansiosos obviamente ella nerviosa y me ordena buscar un cable para poner música en el estéreo, mientras ella se sienta en la sala a reflexionar u antojarse lo que puede pasar, yo siempre desde arriba desde la escalera me comunico por si llega su amante no se entere de que estoy en casa, pasan de 15 a 20 min, ni rastro del amante ella comienza a mencionar que ya se arrepintió y yo la aliento diciendo que no que se tranquilize en unos momentos estará gozando la situación, justo cuando encuentro el cable y voy a poner la música llega el susodicho, yo corro a esconderme, mi mujer va a la puerta ha recibirlo.
Entran a la sala de bienvenida y se sientan como dos extraños separados por un espacio amplio, seguro por el momento, empieza la sesión de preguntas triviales, te viniste en taxi? A dónde fue tu esposo? La plática clásica de los problemas maritales de un hombre casado que no lo comprenden, mi mujer educadamente no habla mal de mi sólo asiente que no estoy y que se quedo sola, el espacio por momento entre ellos se hace más corto de parte de ambos, no paraba de ver mientras platican las piernas de mi esposa y disimuladamente con los dedos o mano rozaba las piernas de ella para sentir la textura de las medias.
Comienza el juego de romper el hielo y el comienza a jugar pateando levemente la zapatilla de mi mujer, ella reclamando que si la ensucia tendrá que limpiarla...mientras tres dedos rozan las piernas de mi mujer y busca cualquier pretexto para tocar su zapatilla.
Por lo acalorada e incómoda situación que no progresa por nas de 45 min del mismo juego, ella ya un poco desesperada sin mostrarlo le pregunta ? A qué viniste? Mientras al mismo tiempo le ofrece algo de tomar y contesta el que "agua" ella se levanta del sillón y pasa frente a el sintiendo la mirada en sus piernas y sus nalgas.
Al regresar el se levanta para recibir el agua, la sorbe de un trago y coloca el vaso en una mesa cercana, al voltear ellos quedan de frente, el la toma de la cintura la atrae hacia el y comienza a besarla, ella responde al beso, sus lenguas se funden en calor, en deseo.El se sienta de nuevo en el sillón y ella sobré el de frente, se funden en una batalla, ella con lengua suave como algodón y la del intruso afilada penetrante, ella disfruta se ve sus manos con uñas afiladas no muy largas color carmesí, acarician la nuca de su amante y lo abraza con deseo presumiendo sus redondos senos, sus manos ya intercambian caricias más íntimas los pechos su cintura y sus piernas no son olvidadas por las manos de su amante así como ell no desatiende esa boca y ese falo que crece entre los pantalones de su amante, en la posición que se encuentra ella ya lo siente palpitante listo, en una maniobra experta ella se levanta en seco y se quita su vestido, dejando ver sus medias sus ropa interior de encaje rojo y su corsette que hace ver sus tetas aún más carnosas de lo normal, el escote las muestra las presume color vainilla clara, suaves redondas y apetecibles, se acerca frente a el y se sienta de frente de nuevo, sobre el y lo asombra lo endiosa el sólo articula una palabra de asombro ante tan hermosas tetas WOW, comienza a besarlas como desesperado, a buscar como liberarlas pero sin quitar la prenda tan sexy, las libera para que las coma las concienta las chupe, ella lo jala de atrás de la cabeza para que coma como debe y el no deja de mamar sus deliciosos pezones color durazno , mientras ella menea su cuerpo al vaivén de los latidos de la verga de su amante, ella tiene sus ojitos cerrados gozando, repasando en su cabeza la situación y lo que falta.
En un momento ella, jala su cuerpo hacia atrás y se levanta con las tetas un poco rojizas ensalivadas, e intenta romper sus medias de la entrepierna el entiende la indirecta y pone manos a la obra, no sin antes ya tocar las piernas sin descaro, las medias no seden y el agacha su cabeza y la rompe con los dientes ya desesperado, el sabe que es la entrada el inicio de una tarde llena de orgasmos para ambos que esa prenda rota es el acceso a esa hermosa y jugosa vagina, que antes explorado con sus traviesos dedos, de las maneras más furtivas,
Ella se sienta a un lado de su amante e inclina su cuerpo a la entrepierna de su amante y busca el sierre del pantalón algo nerviosa, algo desesperada, el la ayuda bajar el cierre lentamente y mete su mano para sacar el pene aprisionado y torturado por lo estrecho del pantalón achicandose, ella se inclina y saluda la punta rosa, puntiaguda con un tierno beso seguido de una engullida hambrienta de más de la mitad del pene de su macho, el no pierde el tiempo y gozando de la mamada acaricia las nalgas enfundadas aún en medias, acaricia el cabello, diréje la mamada con su mano en la cabeza de ella, no más de tres minutos pasan, ella se incorpora de frente y se ensarta de un Senton, asiendo sólo a un lado el calzón de encajes rojos, ella movía su cadera despacio gozosa mientras se comían la lengua, ella acariciaba su cabeza con deseo, calidez "de este macho ya es mío", después de más besos húmedos ella ofrece de nuevos sus pechos y su petición es atendida.
Ella se levanta y presume su trasero por un momento y de espaldas agarra el pene de su macho con una mano y se da sentones, acomodando su vagina penetrada en esa verga palpitante, da dos a tres sentones y arroja las zapatillas aún puestas a un lado para poder sentarse más rico en la verga de su macho, el no sabe donde poner las manos, el goza del momento sabe que ella está gozando y la deja disfrute a su ritmo, no la forza ni la apresura el esta tranquilo disfrutando la jugosa vagina de mi esposa amoldando ahora a la forma de su pene, haciéndola su mujer, ella su macho.
El calor ya sobrepasa la sala de estar, el día es cálido, la situación caliente, ella le comenta muy quitada de la pena vamos arriba? Y el asiente con la cabeza, suben a uno de los cuartos con cama grande, ella entra primero, el después cerrando la puerta, ella se acomoda en la cama sentada de frente en la orilla, el se acerca y de nuevo comienzan a besarse, el acaricia sus pechos y ella abre sus piernas, se recuesta, invitándolo a seguir disfrutando de su interior jugoso y estrecho, el observa de nuevo las piernas enfundadas en medias, y se inclina disimuladamente a olfatear la dulce entrepierna de su nueva hembra, ella pone sus pies en sus hombros y el busca olfatearlos, los acerca a su rostro a su nariz y aspira de manera enajenante, abriendo sus canales de memoria almacenando el aroma de esa dama de esos enajenantes pies, de esas lindas y pequeñas piernas, de esas adictivas brillosas medias.
Inmediatamente después acariciar las piernas y el clítoris ya hinchado por la situación, el agarro su gran pene rozado con sus dos manos, lo dirigió directo al clítoris, rozando con la cabeza del glande la punta caliente del clítoris, palpitante caliente, logro sus primeros gemidos, la tomo de la cintura, la atrajo hacia el de manera que entrara de manera fácil su pene, metió despacio la cabeza del glande, mientras sus manos acariciaban las piernas bellas de mi mujer hermosa, mientras el pene intruso palpitante se adentra más y más, sus manos no pierden tiempo ahora acariciando las tetas, pellizcando los pezones, ella está estrecha amoldada a mi su esposo, el intruso va haciendo camino a punta de jadeos movimiento de pelvis y caricias prohibidas, pero lo estrecho lo apretado de esa dulce, suave, vagina no seden, se la saca despacio, desesperado se sube a la cama,buscando la boca suave y cálida de mi mujer, se funden en otro beso ardiente, en otra batalla de lenguas de mordidas débiles de labios mientras sus manos, aprisionan sus caderas sus tetas, y en momentos sus dedos escurridizos roban caricias ese clítoris goloso de mi ama, le besa el cuello, lo muerde, se coloca tras ella, acomoda el pequeño y frágil cuerpo a manera de lo que llaman "cucharita" no para de besar el cuello de mi mujer, mientras al mismo tiempo con su mano acomoda el pene hinchado grueso a la entrada de la estrecha vagina, ya muy lubricada estaba lista para ser llenada cm a cm, comenzó a penetrarla despacio, mientras al mismo tiempo chupaba sus tetas, de manera única y experta con la otra mano libre busco el clítoris solitario y comenzó a estimularlo mientras ya la penetraba jugosamente y chupeteaba como poseso esas lindas, carnosas tetas, bastante minutos le dedicó a chupetearle las tetas, marcarlas a gusto, moreteárlas, disfrutaba como un niño los pezones color durazno ya duros rojizos adoloridos, sin parar de penetrarla despacio y estimular el clítoris " un combo genial confeso ella después "
La tarde siguió, avanzando como las posiciones que la colocaba su amante, después de tenerla de lado penetrando más de 20 minutos, la levanto la puso boca abajo, mientras el se coloco sobré ella. al mismo tiempo ella levantó, su trasero ofreciéndolo a su macho, comenzó a penetrarla, ya sin consideración sin discreción, dejándole ir más de la mitad del su dotado pene, apoyando sus manos en las caderas de mi mujer, disfrutando la penetración. ella jadeaba un poco, gemía pero nada escandalosa, ella paró su trasero y se puso de perrito apoyando sus manos en la pared, ofreciendo sus jugosas nalgas , para seguir gozando juntos, el la tomo de las caderas, comenzó a penetrarla despacio, después más rápido sin soltar sus caderas, mientras con el dedo gordo acariciaba el ano por encima haciéndola gemir, haciéndola llegar a sus segundos orgasmos, la abrazo por detrás sin dejarla de penetrar acariciaba las tetas, pellizcaba los pezones, amasaba las nalgas carnosas y redondas de mi esposa gozaban, ella gemía, disfrutaba ya sin pena.
Cambiaron de nuevo de posición obligada por el, llevándola a una orilla de la cama, comenzó a penetrarla de nuevo boca arriba, apretando sus caderas, el ya cojiendola con más brío, disfrutando su nueva hembra, su nueva apretada vagina golosa, que aún no admite todo ese pene dotado largó y rosado, desesperado por no poder entrar en sus totalidad la penetra con más fuerza, mientras ella busca sus manos y las coloca en su cuello dándole la señal de que sea un poco más brusco con ella que la haga sentir de el, de su propiedad, el comienza apretar el débil cuello de blanca y suave piel, empieza a sentir las respiración más débil de mi mujer, como sus dedos se marcan en el cuello de su hembra lo disfruta, sonríe, a encontrado una nueva forma de placer, causarle dolor a mi mujer, mientras la hace gozar con ese tremendo pene, el se desespera de nuevo, la toma de la cintura sin sacársela la voltea, la pone de perrito de nuevo, la coje con más fuerza más duro, ya sólo un par de centímetros dividen su hermoso traséro de sus lechosos testículos, el ya casi logra el objetivo de insertarla toda, ella gime ya como una gata en celo, está siendo penetrada por el macho que ella deseo calentó durante meses en el trabajo frente a sus esposo, caricias furtivas, manoseos y rozones surtieron efecto en esa tarde de sexo clandestino y adultero, gozaron por más de dos horas y minutos descansaron un poco acariciando se sexualmente. El no paraba de mamar sus tetas estaba encantado con ellas.
El comenzó a cambiarse, comentando que tenía que ir por su mujer más tarde.
Ella sólo asentaba con su cabeza mientras disfrutaba sus múltiples orgasmos rebozando en la cama, disfrutando del momento, el ya marcaba su huida, ella ya comenzaba a salir de su transe orgasmico, cuando de nuevo se colocó al bajarse de la cama ofreciendo su trasero sin querer de nuevo a su amante, el entendió como indirecta de nuevo sacó su miembro la arrinconó y flexióno a mi mujer le separó las piernas y comenzó a penetrarla de despedida, le dio pene otra vez, pero ya no preocupándose por el placer de ella, si no de el dejarle llena de mecos su dulce vagina le dejo un poco dentro con su pene palpitante para que ella gozará y sintiera la verga que se iba dejando literalmente un vacío , ella sintió mojada la entrepierna y dentro y le comento te TERMINASTE DENTRO DE MI? y el lo negó de momento,
El salió del trance ya fue más apresurado pero igual de gustoso ,subió sus pantalones, se dirigió ala puerta del cuarto, esperando a mi mujer, ella se cambiaba poniéndose el vestido nada más, y lo siguió abajo el pidió agua, y empezó con las pláticas triviales de nuevo,se despidió como dos buenos amigos, el siguió ala puerta de salida y ella cerró la puerta.
Corría a el cuarto donde estaba escondido y se acostó en la cama, como niña que recién hace un travesura, se recostó, y me enseño que estaba sin ropa interior y con su vagina depilada, rojiza de tanto uso de parte de su macho, me acerque y ella abrió sus piernas para darme a probar los jugos de su infidelidad de manera complaciente y dandome a gozar el jugo de sus juegos sexuales, disfrutaba mi lengua mientras yo limpiaba su dulce vagina, ella agotada pero incapaz de disimular su felicidad, gozaba de mi chupada
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