Lección de Una amante a un Hombre

A unas horas de encontrarme de nuevo con él moría de nervios, tenía mucho de no verlo y ya he cambiado mucho... los años no pasan a lo pendejo no era la misma pequeña pendeja que él conoció. Ya casi era hora, me peiné, un labial rojo, medias y tacones. Lo más puta posible, sexi con un perfume de esos que voltean miradas.

Faltaba menos pronto llegaría acomodaba una y otra vez mi ropa, mi cabello todo tenía que estar perfecto. ¡por fin llegó! ¡vaya! Había madurado mucho no era el mismo escuincle pendejo ahora era un hombre mayor, nada que ver como lo recordaba. Bajo del coche para abrirme la puerta, todo un caballero, me dio un fuerte abrazo... su hermosa sonrisa esa no había cambiado en nada. Fuimos a comer todo tranquilo, una platica normal donde nos contamos como nos fue en nuestras vidas todo parecía tan aburrido. Entre unas copas nos fuimos quitando la tensión, muchas risas y entre ellas se nos fue el tiempo era hora de cerrar, teníamos que retirarnos.

¿ahora a dónde? ¡claro! A su departamento... el pretexto seguir "platicando" sabía que eso no terminaría ahí y que era un simple pretexto para "estar solos" es ahí cuando nos damos cuenta que ya no somos unas niñas, que ya sabemos a que vamos... le dije que sí ¿qué importaba? Daba igual ya estaba ahí con él vería hasta donde llegaba, hasta ese momento se había comportado como un caballero. Pasamos por algo más que beber, llegamos a su casa, todo perfecto como su apariencia, un hombre alto, guapo y con una bonita casa. Más alcohol más platica... muchas risas, hace mucho que no me reía tanto, recordamos tantas cosas (menos el porque nos dejamos hace algunos años).

Supongo que cuando se aburrió pasó al siguiente paso, te ves muy guapa los años te han hecho bien y blah blah blah lo típico las típicas mamadas que dicen por coger bahhh los años en verdad te hacen una perra que sabe a dónde irá a parar todo. Lo escuche como si en verdad me importará, sólo quería coger y ver si había mejorado así como los vinos con los años.

Me salió el cinismo y le dije que sabía lo que quería que no le diera más vueltas que yo quería lo mismo ¿a caso no te has dado cuenta? Ya no soy una niña ya no necesitas engañarme como aquella vez no pierdas el tiempo ahora sé lo que quiero... quiero coger. Su cara lo decía todo quedó atónito, cuanto cinismo sólo deseaba saciar mis ganas. Subí sobre él, le quite la ropa y comencé a besarlo, todo no dejé ni un sólo rincón sin pasar mi lengua, levanté mi vestido y le di a comer mientras le decía las cosas más sucias que salían de mi perveza mente.

Hice que se viniera en unos pocos minutos, acomode mi ropa y me fui sin decir nada. Lo utilice como algún día él lo hizo.

Me dijo que me extrañaba y preguntó que si podía seguirme viendo y recuperar lo que por idiota perdió... "Claro que no, yo no meto el corazón donde sólo quiero que me metan la verga".