BAJO LA RANURA DE LA PUERTA
- Escritor Nocturno
- 10 sept 2015
- 2 Min. de lectura

Publicado: 16 diciembre, 2008 editado 2015
Sigo ESPERANDO... aquí en el piso, retorciéndome restregando el rostro reflejado en la loseta blanca, justo en la posicion que me dejaste, saboreando el aroma de tu ausencia, olfateando el rastro de tus pies descalzos.
Si esperando, aqui bajo la ranura, con la atención fija en las sombras que recorren el pasillo. Sigo esperando ... El sonido clásico de tus zapatillas anunciando el retorno de mi ama y sus afiladas armas de seducción postradas en sus dulces, aromáticos pies blancos, adornados con su afilada punta de tacón sadica.
Solo espero el momento que aquellas plataformas de diosa crucen la puerta con su taconeo, funebre marcha de mi espera ardiente que aun cala muy onda bajo mi vientre, espero inquieto inmóvil esperando que esas puntas señalen mis ojos, exijan una señal de respeto, de esclavitud ante la presencia de mi dueña, se asoman entre la ranura, inspeccionando que este ahí aún esperándote obedientemente a tus caprichos.
tus suaves manos adornadas con uñas carmesí abren la puerta, bajas tu mirada buscando a tu mascota, al mas fiel de tus admiradores, das dos pasos al frente, cerrando, colocando el cerrojo sin darme la espalda. Te descalzas lentamente, frente a mi rostro señal y orden para besar para consentir, para saborear el sudor de tus pantimedias, la temperatura de tus cálidos dedos, das unos pasos más mientras con tu mano atraes una silla para ponerte más cómoda y disfrutar del como te rindo tributo, tomas asiento chasqueando los dedos en senal de alto,,, jalas mi cabeza tiernamente del cabello colocándola en tu regazo, entre abres un poco tus esculturales suaves piernas de piel blanca, presumiendo tu deliciosa vagina a travez de la tela blanca semi transparente, de tu tanga suave humedecida por tu andar fuera de casa o tal vez por el recuerdo o magreo de uno de tus amantes.
Mientras... en mi viaje orgasmico sueño en morir quemado, en ser aspirado en cada inhalación orgasmica, en cubrir cada paso tuyo con mi aliento acariciando el destino inevitable de tenerme bajo tus piernas, al servicio fúnebre de cada minuto, esperando morir en tus brazos y nacer de entre tus piernas para reproducir así un incesto universal, único, perpetuo, interminable.
Comments